Las aceitunas constituyen un aperitivo indispensable como acompañamiento de bebidas y dan un toque sugerente a una fuente de lechuga, además de ofrecer un sabor característico a muchos platos. Hay una variedades más grande o más redondas que otras. El fruto sin madurar es verde, duro y amargo. Las aceitunas negras se dejan en el árbol para que oscurezcan y maduren. Se suelen conservar en aceite, aromatizadas en ocasiones con hierbas, o en salmuera.
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