INGREDIENTES: 1 cabrilla por comensal, aceite de oliva y sal al gusto.
PREPARACIÓN: compramos las cabrillas frescas y le pedimos a nuestro pescadero que nos las limpie. En un caldero alto ponemos el aceite, el suficiente para que las cubra, y cuando esté caliente, le añadimos la sal en la boca de la cabrilla (así cogerán la que necesiten) y las ponemos a freír.
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